Denuncian cateo injusto de casa y cierre de escuela de náhuatl.
Cuernavaca, Mor., 19 de marzo.Uno de los dos domicilios de familias indígenas, que fueron cateados de manera arbitraria el pasado jueves por elementos de la Fiscalía Especializada de Combate a la Corrupción (FECC), sigue asegurado y esta familia no ha podido ingresar a su domicilio, denunció Esmeralda González Cortés.Además de la familia de Esmeralda que está fuera pernoctando con sus vecinos, también está cerrada la escuelita comunitaria “preservación y revitalización de la lengua materna Náhuatl”, que está en la casa de Esmeralda.Ante esta situación, Esmeralda González Cortes, mujer nahua, promotora cultural y defensora de los derechos de los pueblos indígenas, exigió a las autoridades de los tres niveles que que liberen su vivienda, así como la escuelita, y que le vayan a explicar de qué delito se le acusa: “no tengo ningún problema legal y mucho menos he sido notificada de nada”, denunció.“El jueves 16 de marzo mi familia y yo como casi todos los días nos dirigimos a trabajar al campo. A las 14 horas recibí una llamada para informarme que elementos de la Fiscalía comandados por los concejales administrativos (indígenas municipales): Guillermina Maya Rendón vocera; Benigno Montero Castellanos, Agustín Pérez, y otros que son parte del Consejo Mayor, invadieron mi domicilio, y también la casa de mis vecinos”, además de quedar su casa asegurada también quedó en esa condicion la escuelita comunitaria de náhuatl.Ante esto exigió a las autoridades de la FECC, y a la FGE, de la cual depende la FECC, que hagan bien su trabajo, porque insistió que su casa, -un parte de esta la destina para la escuelita de náhuatl-, no tiene nada que ver con ninguna investigación que lleve la FECC; y menos sus vecinos que ni siquiera familia son con Esmeralda González Cortés; pero por esta cercanía con la casa de Esmeralda también fueron cateados, violentados en sus derechos humanos.Debido que el terreno en donde labran la tierra está retirado de su casa, aseguró Esmeralda que cuando llegó a su casa los trabajadores de la fiscalía ya se habían marchado; pero dejaron su vivienda cerrada con sellos y también la parte de la escuelita náhuatl. Desde entonces no han podido entrar a su casa.Demandó al gobierno del estado que encabeza Cuauhtémoc Blanco, así como a las autoridades municipales indígenas, que “cese la violencia política, el abuso de autoridad, las amenazas e intimidación”, ya que aseguró que, “los elementos de la fiscalía llegaron guiados por la representante municipal indígena Guillermina Maya Rendón y otros concejales más”, mismos concejales indígenas, según Esmeralda, “han utilizado su investidura de autoridad para violentar a quienes opinemos diferente a ellos”, denunció.